Estados Unidos ha bloqueado la exportación de semiconductores sofisticados a China. Esto demuestra cómo ha cambiado fundamentalmente su actitud hacia el comercio. Hace una década, los políticos estadounidenses todavía sostenían que el comercio transformaría el mundo. Los mercados abiertos traerían la libertad a su paso, transformando países como China. Ahora, Estados Unidos ve el comercio con los adversarios como una debilidad y un arma….
A la Administración Biden le preocupa que algunos tipos de comercio puedan debilitar a Estados Unidos creando vulnerabilidades estratégicas. En particular, las autoridades estadounidenses temen que si se vuelven demasiado dependientes de China, esta se aprovechará. Señalan el dominio de China en la fabricación de paneles solares, baterías y procesamiento de tierras raras como prueba de que un día China podría pedir un rescate a Estados Unidos, amenazando con retener las tecnologías necesarias para la transición a la energía verde.
Taiwán presenta otras vulnerabilidades. Si China invadiera Taiwán o lo bloqueara, Estados Unidos dejaría de tener acceso a los semiconductores avanzados fabricados por TSMC, la Taiwan Semiconductor Manufacturing Corporation, que tiene el monopolio efectivo de la fabricación de los semiconductores más pequeños y potentes.
Todo esto explica que Estados Unidos haya pasado del libre comercio a la política industrial. Recientemente, Estados Unidos ha aprobado dos importantes leyes que pretenden fomentar la producción de tecnología clave en suelo estadounidense. La CHIPS and Science Act subvenciona a los fabricantes de semiconductores para que construyan instalaciones de producción en suelo estadounidense, con la condición de que no construyan instalaciones en China. La más reciente Inflation Reduction Act subvenciona la fabricación de energía limpia en baterías, vehículos eléctricos y otras tecnologías clave.
Henry Farrell, “El Comercio como Arma: Europa entre Estados Unidos y China,” El Pais, November 15, 2022.